viernes, 25 de enero de 2008

Artículo de González Compeán - Los atorrantes (respuesta a Becerra y Romero)

En un intento por arropar el desesperado auto-destape que Patricia Mercado hiciera de su candidatura a la presidencia de Alternativa Socialdemócrata el pasado sábado, diversos analistas —más o menos informados, mejor o peor intencionados— dedicaron sus espacios periodísticos a tratar de explicar qué es lo que está ocurriendo en este joven partido político.

De entre todos estos textos, dos son significativos: el de Ricardo Becerra —buen amigo y hombre cercano al proyecto socialdemócrata— llamó particularmente mi atención y, el otro, el de Jorge Javier Romero me pareció una transformación significativa de su propia posición. En ambos casos, tanto por el tono impreciso de sus dichos, como por el ácido —e injusto, creo yo— balance que hacen de Alternativa y la opción que Alberto Begné representa, me permito unos comentarios.

De manera genérica, Alternativa vive, como otros partidos, un problema para administrar sus liderazgos, frente a la construcción institucional. Y, lamentablemente, la historia de este partido puede medirse más por su conflictiva jurídica, que por su historia política. Los tiempos y la coyuntura demuestran que, en política partidaria, alguien externo tiene que darle la razón a alguno de los contendientes dentro un partido. Así somos los mexicanos, no sólo los de izquierda, qué se le va a hacer.

Ya en lo específico, Ricardo se equivoca al suponer que el conflicto político que actualmente vive Alternativa comenzó al día 3 de julio de 2006. En realidad inició muchos meses antes: El día en que Mercado traicionó el acuerdo que había establecido con Begné y Jorge Carlos Díaz Cuervo para que ella fuera la candidata a la Presidencia y Díaz Cuervo el candidato a la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal —incluso después de que los dos primeros jugaran un papel central en la defensa de la candidatura de Mercado frente al intento golpista de Ignacio Iris y Víctor González Torres. Patricia, de facto, impuso al dudoso socialdemócrata Gustavo Jiménez Pon.
Por ello, además, me parece que Ricardo también es impreciso al decir que Begné solicitó “colmar la cartera dirigente con sus leales”, provocando que “Mercado quedara fuera del circuito formal y cotidiano de sus decisiones [entiéndase las decisiones del partido]”, y lo es por partida doble. Primero, porque antes de que surgiera Alternativa Socialdemócrata, Begné conocía a muchas y muchos socialdemócratas que después ocuparían posiciones relevantes dentro de la dirigencia del partido, pero no los nombró él (de hecho sólo conocía a tres de este Comité y su mayoría la logró con política y propuestas). Segundo, porque Mercado y su grupo político no han sido marginados ni política ni financieramente dentro del partido. Así lo demuestran tanto los espacios que Mercado y sus allegados ocupan en el Comité Ejecutivo Federado, como el presupuesto mensual que fue asignado a la Fundación Voz Alternativa, presidida por Mercado: 12 por ciento del presupuesto total del partido ($1,200,000 mensuales de los que no entrega cuentas), muy superior, vale la pena enfatizar, al 2 por ciento que establece obligatoriamente la ley y que es la norma en la mayor parte de los partidos políticos.

Su mayoría en el Consejo, siempre fue variable y en la Asamblea ella se portó tan estrambótica pues ella nombró a la mayoría de sus miembros. Pesos y contrapesos, tal vez. Pero para efectos prácticos los rompimientos por asuntos de fondo estaban ahí. Respetar la decisión del Tribunal Federal Electoral respecto de la declaratoria de Presidente electo a la que se negó después de haber concedido en dos foros nacionales. Visitar a Calderón, como hace cualquier presidente de partido en respeto de la legalidad democrática. El viaje a EUA y a Canadá y luego a Europa, frente a lo cual una de nuestras modestas secretarias cuestionó sobre quién pagó los gastos del avión presidencial y los de la gira. La ignorancia, tal vez; en efecto hay cosas que no dicen los textos feministas.

Consciente de que esta era una actitud inaceptable, pero preocupado, en octubre de 2006 Begné hizo una oferta a Mercado: dejar la presidencia del partido para que ella lo encabezara, y así dar por concluido el forcejeo. De forma sorprendente, pensarán algunos de manera retrospectiva, Mercado rechazó esta propuesta argumentando que Begné tenía mucha mayor experiencia construyendo instituciones, por lo que ella prefería hacerse cargo de la Fundación del partido. Begné le dijo entonces: Paty, está bien, pero no voy a ser el gerente del partido y tú te someterás a la institución. Sin embargo, una vez concluido el proceso electoral, y cuando su calidad de ex candidata presidencial dejó de significarle una posición predominante al interior de Alternativa, Mercado pretendió imponerse en las decisiones de la dirigencia del partido tratando de constituir una dirigencia de facto por encima de la institucional.

Lo que más sorprende, sin embargo, es que Ricardo cambie tan felizmente de opinión. Hace algunos meses, sostenía que Alternativa era esquirol de la elección de AMLO. Que el PRD era la única alternativa real de la izquierda y que Patricia y Begné en realidad le hacían el juego a la derecha con el partido y la candidatura de aquélla. Es de sabios cambiar de opinión, pero si la alternativa de la izquierda es la socialdemócrata, ahora, valdría la pena ver a Ricardo comprometido con la institución, el proyecto y las acciones a las que se le ha conminado tantas veces y que se ha negado a participar por razones plausibles, pero igualmente displicentes. Bienvenido.

También es desconcertante, me parece, que Ricardo afirme que el conflicto interno que ha vivido Alternativa Socialdemócrata durante los últimos meses nos ha colocado en una posición “cada vez más irrelevante en el debate nacional”. Es innegable que esta disputa ha provocado que en muchos momentos tengamos que dedicar más tiempo a lo necesario que a lo importante, pero a la luz de los resultados electorales obtenidos (véase pagina de Alternativa) y la labor lograda por Díaz Cuervo y Enrique Pérez Correa en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) —quienes comenzaron siendo dos y ahora encabezan la tercera fuerza parlamentaria más importante de la ALDF—, es evidente que Alternativa Socialdemócrata ha jugado un papel preponderante en la política local y nacional.

Para Jorge Javier Romero, no tengo una respuesta. Recuerdo un evento, dentro de su llamado a la cordura. Hace unos seis meses le decía a Begné, frente a Patricia Mercado en una junta, siendo el jefe de asesores de aquél: “Alberto tú no entiendes nada de partidos, pues nunca has estado en uno”. Begné le respondió, puede ser, pero hoy dirijo uno y hay que construir”. Jorge Javier hoy es empleado de la Fundación Voz Alternativa.

Publicado el 25 de enero de 2008 en La Crónica de Hoy.

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Entradas relacionadas: Artículo de Becerra - Alternativa Socialdemócrata: otra desgracia y Artículo de Romero - ¿Hay Alternativa?.

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